Aprender de ti,
a ti, contigo
y sin ti;
de la sonrisa larga
que baña de vida
mi vida
y vuelve loca
esta triste alegria
de hacer un verso rimar.
Aprender de ti
y del mendigo que da
su pan con hambre,
y subir, subir, subir
un cielo no tan lejos
para que el golpe
no sea duro al caer.
Si pudiera aprender
un poco más de ti:
sabría por qué hablas
sin palabras antes de dormir,
y me dices que amas
entre sueños
y despiertas con la luna
entre los ojos
y repites lo mismo
una y otra,
y otra vez...