Saturday, April 11, 2009

ANTIFOSFOLÍPIDO

Me duele. Dijo con una lágrima en el ojo izquierdo y apretando los dientes. Rosita lleva tres meses en cama y sus heridas siguen siendo grandes. Recuerdo claramente las palabras de su padre. No le quitarán las piernas a mi hija, ella saldrá caminando de este hospital. Y no hubo más que resignarse a la decisión de su padre, corriendo riesgos indeterminables. Las gasas con antisépticos son una tortura dos veces al día cuando, en la curación, entran y salen como serpientes y murciélagos de las cuevas de sus piernas. Su juventud está siendo aplazada por un tiempo, y el caminar, correr y jugar fútbol, son los sueños que no deja escapar de la sala de este hospital.

*Enfermedad autoinmunitaria, donde las trombosis múltiples son la causa de las manifestaciones clínicas.