La última vez que hablé con Dios
me dijo que eras diferente
que el reto era grande
la odisea larga
la vida corta
la muerte tonta
el tiempo blando
el alma negra
el cuerpo ingenuo
y el sabor blanco.
Dios es así;
nos dice y dice cosas
con un lenguaje extraño:
que te cierra una puerta
y abré una ventana
que le das agua
y hace vino
que le presentas un muerto
y tontamente lo revive.
La última vez que hablé contigo
dijiste que Dios
sin dudarlo un poco
te había cerrado la puerta
las ventanas
y cualquier rendija
por la que cupiese una rata
que le llevaste flores
y te mando blasfemias y pestes.
La última vez que hablé contigo
gritaste que querías morir
y que Dios se olvidara de ti
pues nadie a pecado tanto
para vivir dos veces.